Qué es el ego

 

Alguna vez en la vida te has preguntado:

¿cómo funciono psicológicamente? 

¿de dónde nacen mis pensamientos, mis emociones y mis acciones? 

Evidentemente nada puede salir del interior si no está previamente dentro. 

Así es como los tibetanos a ese cúmulo de elementos que tenemos dentro 

le llaman "agregados psicológicos".

Tiene su propia entidad, la vemos reflejada en nuestra forma 

de pensar, sentir y actuar.

La psicología tradicional a estos elementos les llama: 

Ego o egos, ya que son muchos;

 las religiones los nombraron como: defectos psicológicos. 

En este vídeo aparecen 6 expertos en el tema, 

en 2 minutos hablan de que es el ego y los efectos que produce. 

¡TE SORPRENDERÁ!

 

Tenemos un cuerpo físico pero nuestra psicología no es unitaria,

 es plural y no es permanente.

A lo largo del día esos estados psicológicos se alternan
 en el dominio de la máquina humana. 

Así es como nuestros estados emocionales y pensamientos cambian.

En un momento podemos acariciar cariñosamente a un ser querido

y a los pocos minutos podemos estar mostrándonos terriblemente iracundos, enfadados, furiosos, resentidos con otra persona.

¿cúal es nuestro verdadero yo?

¿el cariñoso o el furioso?

Nuestra realidad es cambiante
 y cambia porque en nuestro mundo interior hay una multiplicidad de egos, 
según el que está de turno así nos sentimos y así actuamos.

¡¡¡Obsérvalo!!!

Transformación social a través del cambio individual

Nos hemos convertido en espectadores pasivos de una "obra" llena de horrores que se escenifica en nuestro planeta.

Un tercio de la población del planeta está en la pobreza, hay hambre por doquier, mueren 25.000 personas de inanición cada día en el planeta, otra importante parte de personas tiene el miedo metido en el cuerpo por no saber si podrá hacer frente a las necesidades básicas diarias: pan, abrigo y refugio, debido a una crisis económica con la que no tienen nada que ver. Cuando esto sucede otros pocos se enriquecen a través de métodos especulativos y de explotación. Es realmente escandaloso todo lo que pasa delante de nuestros ojos.

La finalidad de la vida es ser FELICES, pero son muy raras las personas que logran esta meta. La vida nos la han complicado, nos han hecho participar obligatoriamente de una educación y una estructura socioeconómica que no nos ayuda en nada para alcanzar ese fin y la paz interior. Todo lo contrario, en lugar de ayudarnos a ser libres y felices nos esclavizan más cada día, en ello contribuyen tanto estos factores exteriores como factores interiores (el ego).

Más allá de la máxima: «Lo que está en el exterior es el reflejo de lo interior», que es la causa pura y dura de toda la situación mundial, queremos resaltar y denunciar que hay unos movimientos socioeconómicos que, al estar por encima de nosotros, no los vemos pero nos influyen y nos condicionan todos los ámbitos de nuestra vida. Son movimientos mundiales que tristemente nos hacen mucho daño, provocan dolor y sufrimiento a toda la humanidad. Solo una transformación interior y profunda del ser humano, que es lo que propone la Gnosis, nos puede liberar de esas nefastas influencias y a sus consecuencias perniciosas a las que nos abocan de forma irremisible.

Acerca de juzgar al prójimo

Por Nicolae Steinhard

Cuando alguien consigue hacer algo que le ha exigido mucho esfuerzo, dentro de el empieza a trabajar la soberbia. El que adelgaza, mira con desprecio a los que son gordos y aquel que ha renunciado a fumar mira con desprecio al que todavía tiene el vicio de fumar. Si uno consigue controlar su deseo sexual mira con desprecio y soberbia al que todavía tiene el pecado y se esfuerza, pero su instinto lo traiciona. Lo que conseguimos nos puede ensuciar más que el pecado mismo. Lo que obtenemos puede golpearnos en la cabeza, nos puede revolver tanto las emociones que se nos llene el corazón de veneno.

El dinero que recibimos nos puede hacer arrogantes y codiciosos, así como también el éxito nos puede hundir en el abismo más terrible del pecado humano. El camino hacia el amor se estrecha cuando miramos hacia los demás desde la altura de los buitres en pleno vuelo. La ternura del corazón se seca en la rama del desprecio, del odio y de la soberbia, si el alma no está preparada para recibir el éxito con la modestia y la gracia de una flor. Todo lo que conseguimos para nosotros y nos da energía tiene como propósito direccionarlo hacia los que todavía se debaten en el sufrimiento y en el pecado.

Nuestros ojos no son hechos para despreciar, sino para expresar con ellos la cara del amor que se esfuerza por salir de nuestros corazones. Los éxitos no son para pavonearse, orgullecerse, sino para transformarlos en amor, crecimiento personal y dedicación hacia los demás.