sábado, 29 de noviembre de 2014

Entra en Ti: Autoobsérvate

Hay un mundo exterior que lo percibimos a través de los cinco sentidos. Hay también un mundo interior pero, ¿como lo percibimos? Los sentidos no nos sirve. Para ello necesitamos una de las capacidades de nuestra esencia o conciencia que es la capacidad de observarnos o mejor dicho de autoobservarnos psicológicamente. En definitiva es poner la atención a nuestro mundo interior. De este modo capturamos, percibimos si estamos rígidos, tensos, nerviosos, que sentimientos tenemos, que pensamientos rondan por nuestra cabeza, que preocupaciones... Empezamos a conocer como es nuestra casa interior, en la que vivimos muchos años pero no tenemos la costumbre de entrar, en pocas ocasiones la atendemos y la observamos para ver como esta.


Iniciamos ahora lo que es autoobservarse y autodescubrirse. A este tema dedicaremos diferentes artículos. Este blog nos invita a conocernos y no hay mas que un conocimiento, el práctico, el que surge de la experiencia directa. El autoconocimiento no es solo leer artículos y escuchar conferencias de oradores brillantes. Conocer y autoconocernos se hace real a través de la experiencia directa, es practicar. La teoría puede ser interesante pero a nada lleva, mas que a llenarnos la mente de nuevos conceptos, sino la experimentamos. La teoría por si sola nos lleva al eterno dilema de creer o no creer. Para salir de él lo importante es experimentar. Autoobservarse es experimentar, es vital para empezar a vivir y comprender nuestra propia naturaleza y la realidad interior. Atrevete!!!


En el siglo pasado apareció Samael Aun Weor, prolífico escritor y filósofo experimental que sobre estos temas escribió lo siguiente:

"Es en la vida práctica, en el "gymnasio psicológico" de la vida, donde nosotros podemos autodescubrirnos; en relación con nuestros semejantes, ya sea en la casa o en la calle, o en la escuela, o en el templo, en la fábrica, en la oficina, etc., si estamos en constante autoobservación, nos autodescubrirnos. 

Auto-observarte es lo que te permite despertar
Carl Jung en su obra da relevancia al despertar consciente

Sé que en cualquier circunstancia de la vida, afloran los diferentes estados psicológicos, los defectos psicológicos que nosotros llevamos escondidos allá, muy adentro de sí mismos. Si uno no los autoobserva, no puede tampoco autodescubrirlos; pero si uno está en autoobservación psicológica constante, de momento en momento, entonces, estos defectos pueden ser descubiertos.


Ellos afloran de una forma tan natural, tan espontánea, que realmente no cuesta trabajo poderlos descubrir si estamos en el estado de alerta-percepción, alerta-novedad.



Tenemos que dividirnos entre observador y observado: Una parte que observa y otra parte que es observada. Cuando uno se divide a sí mismo entre observador y observado, sencillamente puede verificar, en forma directa, la cruda realidad de aquel estado psicológico, de aquel defecto que lleva escondido; pero debe, ante todo, dividirse entre observador y observado...



Cada uno de nuestros defectos psicológicos, indubitablemente, está personificado por algún Yo. En los antiguos Misterios de Egipto se hablaba de los “demonios rojos de Seth”; estos representan, claro está, a nuestros siete pecados capitales. Virgilio, el Poeta de Mantua, decía: “Aunque tuviéramos mil lenguas para hablar y paladar de acero, no alcanzaríamos a enumerarlos todos cabalmente”...

las diferentes caras del yo o del ego, agregados psicologicos
Todos estos defectos que nosotros tenemos, están personificados por demonios tentadores, los demonios bíblicos, los demonios citados en los antiguos textos: Kábala, Magia, etc.; son verdaderos Yoes, y cada uno de ellos posee su propia “mente” y su propia “voluntad”.


Así pues, nosotros, en nombre de la verdad tenemos que afirmar que tenemos muchas mentes y muchas voluntades; si no poseemos un Yo único, obviamente tenemos que tener muchas mentes, muchos Yoes. Cada Yo tiene su “mente”, y cada Yo está provisto de “voluntad” y de deseo; cada Yo es como una persona dentro de nosotros, y si tenemos muchos Yoes, son muchas "las personas" que viven dentro de nosotros. 


Así pues, dentro de nuestra persona hay "muchas personas" muchos elementos pensantes (ahora nos explicaremos por qué no poseemos una auténtica individualidad). Estamos llenos de terribles contradicciones: El Yo que hoy jura amor eterno a una mujer, es más tarde desplazado por otro Yo que “no tiene velas en el entierro”; entonces, cuando esto sucede, el sujeto se retira y la mujer queda desconcertada, decepcionada.



Así que nadie tiene, dijéramos, continuidad de propósitos (no es posible porque tenemos una multiplicidad de Yoes dentro de sí mismos). Ésta es la “Doctrina de los muchos yoes”, que bien vale la pena estudiar y comprender. En el Tíbet ha sido debidamente entendida, y estos Yoes en el Oriente Tibetano, son denominados como “agregados psíquicos”...



Ahora bien, entre esos agregados o Yoes no existe armonía o concordancia alguna: riñen entre sí, se pelean por la supremacía; cuando uno de ellos domina, se cree el amo, el único, pero más tarde es desplazado por otro. Así pues, ésa es la lucha dentro de sí mismos; ahora nos explicaremos, repito, por qué estamos tan llenos, cada uno de nosotros, de tantas y tantas contradicciones.


Esta es una de las causas por la que nos agotamos y al final del día estamos sin energía, estos estados en forma de pensamientos y emociones cambiantes utilizan nuestra energía y no somos conscientes de ello.



Desgraciadamente la Consciencia (que es lo más digno que todos tenemos en nuestro interior), está enfrascada, metida dentro de cada uno de esos Yoes o Personas que viven dentro de nuestra persona... Como quiera que estos Yoes o "personas íntimas" que cargamos dentro, son subjetivas en un ciento por ciento, naturalmente nuestra Consciencia está funcionando en virtud de su propio condicionamiento; es decir, se ha vuelto subjetiva, está dormida.



Si nosotros trituramos a cualquiera de esos Yoes, liberamos cierto porcentaje de Consciencia, y si desintegramos en un ciento por ciento la totalidad de todos los Yoes que en nuestro interior cargamos, la Conciencia quedará absolutamente Despierta.


Y una Consciencia absolutamente despierta, es una Consciencia que puede ver, oír, tocar y palpar las grandes realidades de los Mundos Superiores; una Consciencia completamente despierta, es una Consciencia que conoce en forma directa los Misterios de la Vida y de la Muerte...

Lo vital es que cada uno, todos, se preocupen por el despertar de la conciencia; y eso no lo conseguirían ustedes si no aniquilaran todas esas gentes que viven dentro de cada uno de ustedes...

Es necesario aprender a observar estos Yoes en acción. Tengamos el caso que ustedes sientan amor por una persona del sexo opuesto; pongan atención a ver qué ocurre en su mente, y qué ocurre también en el centro emocional, motor, instintivo y sexual; aprendan a observar los Yoes en el centro intelectual, en el centro emocional, y en el centro motor-instintivo-sexual (el centro de la acción)...

¡Obsérvenlos! Puede suceder que ustedes consideren que están enamorados de una persona del sexo opuesto, y a buen seguro que no están enamorados, lo que sucede es que están apasionados sexualmente.

auto-observarse es clave para conocerse
Si se pone cierta atención, puede uno descubrir cómo un Yo cualquiera de lujuria puede manifestarse en el corazón como amor, sentimiento; en la cabeza como imágenes más o menos morbosas, o ideales; pero en el sexo sí queda descubierto tal Yo, porque manifiesta su vibración, y entonces nos indica que realmente no estamos enamorados, sino apasionados, que es completamente diferente (la pasión animal es algo morboso, que nos causa sufrimiento a nosotros y a los demás si lo dejamos salir, sucio...) forma parte de un deseo de poseer a esa persona sexualmente pero no es amor.

Continuando nosotros con este análisis, descubierto un Yo cualquiera, pongamos un Yo de lujuria, pues entonces tendremos que enjuiciarlo, criticarlo, analizarlo; apelar al bisturí de la autocrítica, para abrirlo a ver qué es lo que tiene de verdad, y una vez que lo hayamos comprendido íntegramente (función indispensable para la emancipación de la Consciencia), entonces habremos de desintegrarlo, aniquilarlo"



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