lunes, 8 de diciembre de 2014

La crisis y la vaca

Las crisis se pueden resolver, este cuento de la vaca nos servirá de guión para autodescubrirnos.

Dicen los sufís que para todo en la vida se necesita de un esfuerzo; la madre necesita hacer un esfuerzo para hacer crecer a su hijo, el trabajador necesita de esfuerzo para conseguir el dinero que le permite vivir... En determinados momentos y de forma cíclica se necesita de sobre-esfuerzos (super-esfuerzos) para que eso que ya esta en marcha dé una octava superior y no decaiga. Así, si tenemos un negocio o una casa el esfuerzo diario nos permitirá tenerlo habitable y en marcha, es el esfuerzo de poner orden, tenerlo arreglado y limpio, por ejemplo; pero al pasar diez o veinte años será necesario hacerle alguna reforma de mayor envergadura que nos pedirá un sobre-esfuerzo. En caso de no hacerlo empezará a reinar la entropía, puertas que no funcionarán, la pintura se vera vieja y todo empezará a arruinarse paulatinamente,... decaerá el edificio. Así pues esto ocurre indistintamente que estemos en un camino espiritual o no. La ley se cumple.

Una fábula cuenta:
problemas personales que llevan a crisis
La vaca y la crisis

 "Un maestro de sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vió a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar. Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de las visitas, también de conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que tenemos de estas experiencias”.

“Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes, una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado, entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó: ¿En este lugar no existen señales de trabajo ni puntos de comercio tampoco, como hacen el señor y su familia para sobrevivir aquí?”


“El señor calmadamente respondió: amigo mío, nosotros tenemos una vaca que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o la cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo. El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue”.

“En el medio del camino, se volvió hacia su fiel discípulo y le ordenó al aprendiz: busca la vaca, llévala al precipicio de allí enfrente y empújala al barranco”.

“El joven espantado miró al maestro y lo cuestionó sobre el hecho de que la vaca era el medio de subsistencia de aquella familia. Pero como percibió el silencio absoluto del maestro, fué a cumplir la orden. Así que empujó la vaca por el precipicio y la vió morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.”

“Un día el joven resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con coche en el garaje de una gran casa y algunos niños jugando en el jardín.”

“El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático, el joven preguntó por la familia que vivía allí hacia unos cuatro años, el señor respondió que siguen viviendo aquí.”

“Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hace algunos años con el maestro. Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaca): ¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida? El señor entusiasmado le respondió: nosotros teníamos una vaca que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora."

Cuando entramos en el terreno de la psicología son varios los expertos, entre ellos S.A.W., que nos hablan que para que se produzcan cambios internos "el agua debe hervir a cien grados"..., quieren con ello decir que solo las crisis profundas, graves, las que hacen temblar nuestras propias bases, son las que realmente nos ayudan a transformarnos positivamente si estamos dispuesto a ello. En nuestra naturaleza psicológica interior hasta que las aguas no alcanzan esas temperaturas y se trabaja adecuadamente con ellas no habrá cambios. Esto es lo que nos ofrecen las crisis y las circunstancias inesperadas de la vida, son oportunidades para hacer grandes cambios y saltos cualitativos.

Metafóricamente hablando, así como hay charcos grandes y pequeños, hay lagos, mares y océanos, así mismo cada persona tiene un determinado porcentaje de conciencia despierta que le permite comprensiones y percepciones mas o menos extensas y profundas. Hay personas con una conciencia muy extensa y profunda, son océanos de sabiduría, hay otras que como los charcos pequeños sale un poco el sol y enseguida se secan, su capacidad es muy limitada y no son profundas.

Cada persona tiene sus propios límites. Si queremos sobrepasarlos realmente tenemos que trabajar, esforzarnos, coger una excavadora y empezar a trabajar en los margenes de nuestro propio charco para convertirlo en lago, en mar u oceano según la capacidad de cada uno; trabajar en nuestro mundo psicológico interior, y hacerlo más profundo y más extenso... Cuando iniciamos un trabajo de estos, y empezamos a agrandar los márgenes es  cuando el agua se torna turbia y todo se torna confuso en nuestro mundo interior. Se viven las crisis. El agua empieza a hervir, es entonces cuando necesitamos calma, paciencia y ser reflexivos (la capacidad para hacernos las preguntas adecuadas y encontrar las respuestas acertadas), para salir victoriosos, con más extensión y más profundidad en nuestra propia conciencia.

crisis personal y sus soluciones
Hoy en día se habla de crisis, crisis financiera, crisis social, bancaria, política, empresarial, familiar, de pareja, del individuo... Crisis indica que se ha llegado al límite de una situación, y que se hace insostenible sea cual sea, algo se tiene que cambiar o se va a romper, modificar, para que de ello salga un nuevo orden. La crisis nos obliga a parar y pensar, nos obliga a analizar la situación, a reflexionar y buscar las causas y a encontrar una solución.

Toda crisis es una oportunidad muy buena para crecer, solucionar cosas que tenemos pendientes o cosas en las que estamos atascados psiquicamente o vitalmente.

La crisis muchas veces llega a nuestro mundo sin aviso, como una tormenta, otras veces es como una tormenta anunciada pero a la cual no queriamos prestar atención; debido, en parte, a la incapacidad previa de haber podido captar y solucionar la causas que la han producido. Esta causa o causas siempre tiene su origen en el ego y en nuestro pasado. Sea cual sea el tipo de crisis, la causa siempre estará en el ego, que es realmente el que nos provoca y pone en crisis.

Una crisis es útil cuando de ella se aprende y se solucionan o eliminan de forma definitiva las causas que la han producido. Una crisis es inútil si después de vivirla y sentir sus consecuencias en nuestras carnes, no hemos aprendido nada y seguimos igual. Puede ser una crisis individual o colectiva. Un ejemplo podrían ser las guerras mundiales, hubo la primera, después hubo una segunda y parece que se prepara ahora un nuevo escenario para una tercera. El ser humano no aprendió colectivamente nada, repite las situaciones debido a que el ego -el egoismo- sigue vivo y sigue empujando exactamente en la misma dirección que antes.

Podemos hablar de "dos tipos de crisis", aun cuando en el fondo tienen las mismas causas -la naturaleza humana-: las accidentales y las que son consecuencia de nuestra propia vida interior, de lo que cargamos dentro (relacionado a su vez  con la ley de acción y consecuencia o ley del karma que citan las tradiciones orientales)

La primeras son muy fáciles de comprender, si uno, como comentábamos en el primer párrafo, no hace esos mínimos esfuerzos para mantener la casa o el coche, no le hincha las ruedas, no le cambia el aceite, o no asegura las baldosas..., viene un día que se produce un accidente por irresponsabilidad, al no llevar aire en la rueda pasa un bache, pincha la rueda, sale de la carretera y se fractura unos cuantos huesos. Intervino básicamente la entropía, la dejadez de la persona -que es también parte y consecuencia de su manera de ser interior- y eso de forma irremediable le causa una crisis en su vida.

En el segundo caso, cuando la ley (acción-consecuencia) interviene es más complejo. Hay  una parte de la cual no somos conscientes, es la base del porqué se produce la crisis, esa reacción exagerada que nos hace sentir la crisis y en crisis; todo empieza ahí. La parte oculta que no vemos a primera vista se inició un día, que no sabemos exactamente cuando fue, ni donde, ni en que vida posiblemente, pero en la que no transformamos una impresión, no supimos afrontar una situación, nos identificamos con un suceso y creamos un nuevo estado psicológico (ego) al reaccionar o bien engordamos uno que ya teníamos. Ese mismo ego -que permanece oculto en nuestro mundo interior- un día nos hizo reaccionar intensamente ante una situación determinada de la vida e hicimos daño a alguien, hicimos sufrir intensamente, ya fuera a nivel moral o físicamente, ahí rompimos el equilibrio. Esto tubo una repercusión, repercutió como nos explica la ley de causa-efecto creando una “deuda” (un karma). Es decir hemos infringido las leyes del equilibrio y como consecuencia llegará el día que tengamos que compensarlo y reequilibrarnos con ella. Para ello hay unos mecanismos para pagar, todo se paga o se compensa, con buenas acciones o con dolor son los mecanismo de esa ley que los indostanes llaman el karma. Al no haberlo comprendido en su momento nos vendrán nuevas circunstancias como consecuencia de esa acción para poder compensar.

"Lo que es arriba es abajo" reza una regla hermética. Así como en la sociedad se paga por el mal que se hace a través de la justicia, nuestras vidas estan tambien regidas por unas leyes aun cuando no vemos quien o como se administran y aplican. Es por esta causa que la humanidad de hoy es tan limitada para comprender los sufrimientos que padece. Se ha divorciado de esas qualidades espirituales que les permitian comprender la aplicación de esos mecanismos de compensación, que són un medicamento para curarnos de los males psicológicos que padecemos.

Así vamos a vivir una circunstancia que nos pondrá en crisis, justo en la forma en que ese mismo estado psicologico o ego causo ese desequilibrio, entonces entrará en acción o resonancia y nos movera la tormenta perfecta en nuestro mundo interior. Nosotros lo viviremos como una circunstancia que nos agrede, nos hace sentir mal, pero en realidad será ese mismo estado que se sentirá atacado, agredido, herido el que nos lo hará sentir., Entonces decimos que estoy viviendo un gimnasio, esa circunstancia nos hace entrar en crisis, nos hace sentir una tormenta interior. 

Es entonces, si tenemos la suficiente capacidad para comprender que ese gimnasio lo vivimos porque resuena dentro de nosotros un estado egoico que se formo anteriormente y nos pertenece, si somos suficiente humildes y conscientes para sentir que la causa esta dentro, estamos en el camino del triunfo. De lo contrario si vemos que es el exterior que me hace sufrir (ya sea una persona concreta o cualquier circunstancia), que me lo crea, estamos en el camino de convertirlo en una crisis inútil, fracasamos ante ese evento de origen acción-consecuencia (karmático) que tenia la finalidad de hacernos reflexionar en la causa –el ego que lo había generado- que es en definitiva el que esta ahora dentro sufriendo y se siente mortalmente herido. 

Si no se comprende, otro día en otra circunstancia este mismo ego generará una nueva circunstancia con una nueva reacción que generará otra rutura del equilibrio y con ello un nuevo karma, posiblemente más grande pues será aun mas fuerte la reacción y entonces diremos: es que siempre me pasa lo mismo, solo me pasa a mi, porque la vida me trata así, porque se me castigan así… pero seguiremos sin aceptar la realidad: nosotros mismos inconscientemente lo creamos, lo generamos y somos los responsables de nuestras propias crisis aun que no tengamos consciencia de ello.

Cuando uno ha puesto en práctica esa humildad necesaria para admitir que todas las crisis tienen la causa dentro de uno mismo, y la ha resuelto favorablemente, va a experimentar una liberación interior, un cambio. Esto le da entusiasmo, le permite comprender que el cambio es posible y empieza a gustarle y desarrollará el amor por el trabajo psicológico interior.

problemas y crisis se pueden resolver y aprender de ellas
Mientras no se experimenta esto, dentro del camino y en la vida, uno puede quedarse eternamente entre el camino horizontal -la vida vivida cotidianamente, monótona- y el camino vertical -la vida vivida como un fenómeno en el cual puede haber continuos y diarios aprendizajes que hacen crecer a la persona espiritualmente-. No siente ese gusto por el trabajo psicológico pero a la vez ha dejado de estar tan sujeto a la línea horizontal donde vivir, crecer, reproducirse y morir son las metas, vive entre dos mundos y no se siente plenamente en ninguno de los dos. Entonces a veces opta por la comodidad de crearse una personalidad esotérica de persona buena, que sabe de esoterismo tiene conocimiento develado (gnosis), que sabe como debe comportarse y lo que se espera de él/ella, pero que en definitiva es un mecanismo de defensa para que sea aceptado dentro del grupo; sin embargo auténticamente no hay un proceso de transformación íntimo. Si el camino correcto es, comparándolo con una cebolla, ir sacando capas para llegar al centro, él, lo que ha hecho es crear una corteza muy perfecta y dura, un autoengaño tan complejo que llega incluso el mismo a creérselo. Siendo la realidad otra muy diferente: ha construido una nueva capa alrededor de la cebolla, aun más difícil de perforar.

Cuando una persona se encuentra mal va al médico para que le sane el cuerpo. Si aceptamos que psicológicamente estamos enfermos, el trabajo interior, al entrar en crisis psicológicas, es la terapia para sanar nuestra vida interior. Esto es importante comprenderlo así. Y aun cuando la sociedad tiene psicólogos y psiquiatras para ayudar en esas crisis humanas el mejor psiquiatra y psicólogo es uno mismo, si sabe cómo trabajar. Es en esta labor donde el conocimiento (gnosis en griego) que nos han legado, nos ayuda de forma clara y metódica.

El trabajo tiene unos pasos básicos, que pasan primero por preguntarnos en cada problema o crisis que vivamos y de forma habitual, hasta que lo resolvamos, cosas así:

¿Porque me pasa esto? 
¿Que tengo que aprender?
¿Que es lo que ha causado lo que me pasa o vivo ahora?
¿Como se puede cambiar? ¿Que o como tengo que reaccionar para cambiarlo?

Para después cuando tengamos un espacio poder relajar el cuerpo, las emociones y la mente, dejándonos llevar por la paz interior ver qué respuestas emanan de nuestra intimidad. Tarde o temprano vienen respuestas. Solo la perseverancia y la paciencia nos podrán ayudar a llegar a una respuesta. No debemos rendirnos si nos importa nuestra paz y felicidad. Ahí cuando aparecen las primeras comprensiones hay que seguirse preguntando:

¿En que épocas viví algo similar?
¿Cuando fue la primera vez que recuerdo viví este tipo de situaciones?
¿Sigo respondiendo de la misma forma? ¿mejor o peor? y ¿porque?

Sin prisa pero sin pausa, preguntarse a lo largo del día, reflexionar y cuando podamos meditar en ello, incluso podemos orar pidiendo ayuda y comprensión. Vendrán respuestas y comprensiones con los días.
¿Estoy satisfecho de las respuestas que he obtenido? Sino lo estamos hay que seguir, si vemos que no hay una paz interior, una liberación de un peso, es que aun no hemos llegado al fondo. Hay que ser pacientes y constantes.

Cuando lleguemos al fondo habrá una satisfacción por un lado y una cierta tristeza al ver todo el mecanismo como se ha articulado, nos ha utilizado y al ver el mal que hemos hecho a nuestro alrededor. Esta listo para la disolución final alquímica, aun cuando antes ya lo hayamos estado trabajando de esa misma forma en las comprensiones parciales.

Podremos observar, en algunas ocasiones, que los mecanismos que llegamos a descubrir y a través de los cuales se desarrolla y manifiesta el ego, no son actuales, sino que han sido creados en otras etapas de la vida, la infancia... (Sobre este sujeto ponemos más información en el pie de página como nota pues nos parece importante abrir una reflexión).

Para concluir digamos que la caída de nuestra vaca por un precipicio, puede ser:

  • Para unos, los de espíritu más rebelde e inquisitivo, el vivir esta crisis profunda será el resorte que ponga en funcionamiento un sin fin de reflexiones y cambios personales de los que saldrán revitalizados, renovados totalmente, con más extensión y profundidad en su lago y en su conciencia.

  • Para otros será objeto de superación personal y encontrarán nuevos talentos y habilidades que aun cuando ya los tenían, no estaban desarrollados por la comodidad, conformismo y entropía en la que habían asentado sus vidas.

  • Para los mas pobres de espíritu será esta una crisis inútil, quedarán ahí sentados maldiciendo el destino, relamiéndose sus heridas y perderán la oportunidad que nos brinda a todos la crisis (la de renovarnos y crecer).

  • Algunos intentaran por todos los medios que su vaca no caiga, para mantenerse "estables" ahí. Mantenerla viva lo sienten como una bendición, aun cuando a su pesar es una prisión de la que no se liberarán nunca, y ademas les impedirá la expresión de sus propias habilidades latentes y su crecimiento personal.

Querido lector ojalá que seamos capaces de preveer la crisis, la caída de nuestra vaca, de comprender su caída y levantarnos renovados. 

Ojalá que cuando tengamos mas fuerza y mas consciencia seamos capaces de ser nosotros mismos quien con alegría arrojemos nuestra vaca, e incluso libres de todo nuestro rebaño podamos dar esperanza y luz a todos aquellos que a nuestro lado pierden su amigo, su esperanza o su vaca en el precipicio. Que la vida sea para ti una oportunidad de hacer profunda tu vida y extensa tu sabiduría. Vuela.


problemas que llevan a crisis, la crisis para parender


Nota: De la infancia tenemos pocos recuerdos, la mayor parte de los niños recuerdan que eran felices o estaban bien y poca cosa más. ¿Porque ocurre esto? Los niños tiene un mecanismo psíquico muy sutil y adaptable, ellos necesitan cosas básicas: recibir amor, protección, respeto, alimento... a través de sus progenitores y se adaptan rápido para recibirlo. Si es necesario aun cuando lo pasen mal y sus progenitores se porten mal con ellos o los mal traten, crean mecanismos psicológicos nuevos, que les permiten adaptarse incluso a las necesidades que tienen los demás,con el fin de conseguir sus objetivos: cariño, respeto, alimento, etc...

Al mismo tiempo casi todos los padres tienen a su vez carencias de su propia niñez y buscan satisfacerlas a través de sus hijos que son manipulables y dependientes de ellos. Así pues nos encontramos que todos tienen sus necesidades y quieren satisfacerlas.

Estos mecanismos casi siempre inconscientes actúan de tal manera que muchos niños acaban adaptándose y crean mecanismos para satisfacer las necesidades de sus progenitores o personas de su entorno, aun cuando no nazcan de su propia naturaleza. Esos mecanismos no son la manifestación libre de su propia naturaleza, sino que son mecanismos de defensa necesarios para subsistir y recibir mínimamente ese amor, protección y respeto que necesitan como individuos, de sus progenitores. El niño no vería satisfechas sus necesidades (básicas) sino fuera por su adaptación, en la que da satisfacción a las necesidades de los adultos, y estos últimos le nutren, etc... En definitiva es un chantaje emocional en toda regla, que para todos pasa desapercibido y es inconsciente. 

Las consecuencias, de todo este chantaje y de todos esos mecanismos de defensa creados por necesidad y para sobrevivir en la infancia, se expresan también en la edad adulta. Entonces cuando el adulto sigue funcionando con esos mismos mecanismos, no se siente bien ni satisfecho con ello, porque su verdadera naturaleza interior está ahí dentro reprimida, condicionada aun y no sabe cómo hacerla salir, se encuentra despersonalizado. Esto le produce una sensación de crisis personal, no se siente bien pero tampoco sabe que hacer. Actúa de una forma que no es la naturalmente suya, no puede ejercer realmente su libertad porque no se conoce a si mismo, ni como es interiormente, aunque esto pueda parecer sorprendente al lector. 

La vida es una escuela. La mayor parte de traumas y problemas en la personalidad de un adulto proceden de la infancia y de esto se sirve la Ley, la vida, para ponernos sus propias pruebas y sufrimientos. Aquello que tenemos que aprender o comprender es asi como se nos ofrece o busca un lugar o un hogar adecuado para que nos sirva de sustrato kármico,es decir el lugar perfecto para que nuestra psiquis o al alma viva lo que necesita para que reflexione y desarrolle. NADA ES POR CASUALIDAD. la misma personalidad que ahí se nos va a formar esta relacionada con lo que debemos superar, pero sino somos conscientes de ello ni de nada sera nuestra perdición, y solo lo veremos como un castigo.


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