Maldito don la belleza

¿Porque no nos sentimos bien con nosotros mismos, con nuestro cuerpo?

Sentado en la estación ante mí veo desfilar los pasajeros ya llegados a su destino. Destacan entre todos ellos unas jóvenes alegres en las cuales la madre naturaleza se recreó y dejó plasmado en ellas el don de la belleza.

Los elementales y las ninfas otrora admiradas por su belleza y pureza ya no son visibles por nuestros ojos mortales, los tiempos han cambiado. El ser humano ya perdió su inocencia y se encuentra avocado a un fatal destino, cual es el de vivir un Kaliyuga, después de haber respirado el aire puro y haberse alimentado con hidromiel en una edad de oro ya olvidada.

La belleza siendo un don es hoy maltratada y manipulada.

Es aquí y hoy en este nuestro mundo donde la belleza sufre encarcelada. La belleza interna, sufre porque se siente oprimida, débil y exhausta después de una eternidad sin ver la luz. Es nuestra Bella durmiente, la Blanca Nieves atrapada por los siete enanitos, es la Bella atrapada por la bestia, es la conciencia dormida en cada uno de nosotros. Pero la otra, la belleza física, la exterior, también sufre. 

Otra vez, ahora en otra estación, se repite la misma canción. Veo nuevamente belleza, pero mi extrema limitación de hombre mortal no me permite ver que en cada una de las personas y en todas sin excepción hay belleza, más evidente o más oculta, pero está ahí.

La belleza física es con la que nuestra sociedad de consumo nos manipula para vender sus productos y hacernos sentir incompletos e insatisfechos de nosotros mismos. Esa belleza que nos hacen desear y en su defecto nos impulsan a corregir con cosmética, atuendos y operaciones de cirugía estética; esa es por la que más se sufre hoy.

Se sufre porque no entendemos que estamos hechos a imagen y semejanza del creador y que todo tienen un porque, una explicación y una razón de ser. Hoy nadie se lo plantea ya. ¿Porque no nos sentimos bien con nosotros mismos? Sencillo: nos han creado, hemos creado deseos y mientras no los comprendamos y superemos, o los hagamos realidad, no nos sentiremos satisfechos. Si los hacemos realidad después vendrán otros deseos. El deseo es inagotable y debido a esto siempre sufrimos y nos sentimos insatisfechos. ¿No lo has observado, que después de satisfacer un deseo viene otro, y otro...?

Cirugía estética y toda clase de elementos para se "mas" bella

Una vez más, ahora en el tren, frente a mí una mujer de unos 50 años con pelo corto, no tiene una gran belleza exterior, pero nos perfuma con su belleza y simpatía interior. Habla muy afablemente con una mujer africana de las noticias que lee en un periódico. En el metro y en el tren todo el mundo pone cara de alpargata, con un ademan serio y cerrado. Ella no, habla de la crisis y de un país llamado España, comenta también, ella, el país que ha sido hoy escogido para ser sede Olímpica en 2016. Dice que Lula ha mostrado un mapa al COI demostrando que nunca en América ni en el hemisferio sur ha habido olimpiadas y esto les impresionó. Simpática mujer.

Si, nos han creado deseos, deseos de ser más bellos, más atractivos, más sensuales, más admirados, etc.… El "proceso del más" en la mente dice el antropólogo Samael Aun Weor es imparable. Por mas operaciones estéticas que la persona se haga y mas que se maquille siempre querrá "mas", el "yo" no tiene límites. Esto es lo que nos convierte en esclavos y nos hace sufrir, está dentro de nosotros. Nuestro querido ego, estimulado además desde el exterior, es el que nos provoca los innumerables sufrimientos en todos los campos, no solo en el que nos ocupa en este artículo de la belleza, sino en todos los aspectos de la vida. Nos provoca los problemas, las preocupaciones por la dieta, la figura, la frustración por no poder ser, la ansiedad, la depresión, la bulimia, la obsesión, el deseo de operarnos, la envidia del cuerpo ajeno, el derrotismo "porque no lo conseguiré nunca", el sentimiento de inferioridad y también el de superioridad, etc... Todo está dentro en nuestra psiquis, en nuestra mente y nos lo provoca el ego, nuestra falta de control y la ignorancia que tenemos, el desconocimiento de nosotros mismos.

Pasarelas de moda donde explotan la belleza de la mujer

Pero no se acaba aquí, esa belleza que veíamos en el andén de la estación, resulta que si es natural, inocente, pura y prístina, es muy posible que la misma sociedad y el sexo opuesto se encarguen de asaltarla como si de una fortaleza se tratara. Así somos la humanidad en un kaliyuga, como bestias hambrientas. La poseedora de ese don natural (la belleza) que otrora toda la humanidad tuvo, se verá observada con deseo, perseguida, acosada, manipulada, agredida, maltratada, ultrajada y engañada ya sea con hechos o ya sea en la intimidad de las mentes de aquellos que la rodean. Si ya ella misma tenia condicionamientos ahora le llega un nuevo aluvión de situaciones desde fuera que generan movimientos en su psiquis, incomprensión, soledad, sufrimiento a la belleza. Esto será aun peor si ha nacido en un país pobre de este mundo, donde en muchas ocasiones el grado de crueldad y agresividad ahí aumenta. Solo unas pocas podrán vivir en libertad en una sociedad cada vez mas coercitiva, y podrán comprender su don y no ser por ello manipuladas, ni mal tratadas... a lo largo de su vida. Unas pocas.

Algunos/as viendo el don que tienen, explotarán su belleza al máximo y así todos los que la desean alrededor se verán beneficiados, la convencerán y podrán explotarla e incluso “abusar” de su belleza. Pasaran los años y cuando ella vendrá a darse cuenta, ya marchita empezará de nuevo a sufrir. No tendrá ya casi nadie a su alrededor porque habrán nuevas y atractivas bellezas que perseguir, para de nuevo seguir explotando, ella ya no será interesante. Ahí se dará cuenta que todo ha sido un sueño engañoso y que ya paso la vida. Triste y sola pasará sus últimos días.

Explotación, un delito tolerado en nuestra sociedad

Finalmente diremos que no tan solo el poseedor/a de la belleza sufre, aunque así lo parezca. No es así. Los que admiran y desean, los que persiguen y explotan, los que abusan y manipulan, engañan y maltratan la belleza, esos, esos también sufren y sufrirán. Sufren porque son esclavos del deseo provocado por el ego, son de ello muchas veces inconscientes. Ellos creen que disfrutan pero es su ego quien los manipula y guía sus pasos hasta el resbaladero, los hace actuar y eso es todo, los hace sentir y ya está. Pero son tan esclavos que no pueden dejar ese vicio ni un minuto, y si lo intentan aun sufren mas porque no saben como salir de esa espiral. En muchas ocasiones viven grandes dramas familiares y personales a causa de estos comportamientos que no dominan ni comprenden a fondo. A ratos se sienten orgullosos de lo que hacen. Sin embargo ignoran que eso no es lo que su alma quiere, y que no es el motivo real de su existencia. En algún momento recobrarán la lucidez y se darán cuenta que han explotado y han hecho sufrir y ellos mismos han sufrido a causa de su deseo imparable. Puede que antes de morir se den cuenta de ello y al regresar, porque regresamos a este valle de lágrimas querido lector, es ahí cuando empezarán a sufrir, sufrir de verdad, ahí empezarán a vivir una tras otra todas las consecuencias de lo que han creado y hecho antes, sin darse cuenta en esta ocasión del porque de su sufrimiento. Así es la vida.

Los que persiguen y maltratan la belleza también generan deseo, ego dentro de si mismos, son esclavos de él y por lo tanto hacen sufrir y sufren ellos mismos por su ignorancia e inconsciencia.

Aunque la belleza debe recordarnos e inspirarnos lo armonioso y perfecto, y esta creada para ser admirada, cuando esta se manifiesta en un Kaliyuga no es comprendida, generando esclavitud y sufrimiento, es por ello que algunos acabaran diciendo: ¡Maldito don la belleza!